El conjunto que conforma la Torre y la Iglesia de los Clérigos es uno de los monumentos estrella de Oporto, visible desde muchos puntos de la ciudad.
La Torre y la Iglesia de los Clérigos es una construcción barroca bastante imponente que se alza en el centro de Oporto. Su arquitecto, el conocido Nicolau Nasoni, de origen toscano, ha sembrado la geografía portuguesa con otras notables construcciones.
La construcción promovida por la Hermandad de los Clérigos Pobres se inició en el año 1732 y se terminó en el año 1763. Se asienta sobre el conocido popularmente como el Cerro de los Aforcados o Cerro de los Ahorcados, terreno donde recibían sepultura los ajusticiados en la horca o los que morían fuera de la religión.
Lo que más destaca de la iglesia es su fachada principal, de estilo barroco y bastante ornamentado con guirnaldas y conchas. La monumental escalera, gracias a la cual se accede a la entrada principal, no pasa desapercibida ante los ojos de los visitantes.
Una vez se accede al templo se puede observar la enorme bóveda, revestida con mármol y sostenida gracias a 12 columnas, en cuyo centro se deja ver un gran escudo de granito con las siglas A.M. (Ave María) y otras imágenes religiosas como la mitra papal o las llaves de San Pedro.
Bajando la vista es posible ver el retablo de la capilla mayor, obra de Manuel dos Santos Porto, realizado en mármol policromado en varios colores y que le da un aspecto de majestuosidad al conjunto. La mayor parte de la decoración interior es de estilo barroco-rococó.
El campanario de la iglesia es la conocidísima Torre de los Clérigos, el edificio más famoso de Oporto. Sus 75 metros de altura convierten a esta estructura en la más alta de la ciudad, visible desde muchos puntos de Oporto. Se construyó entre los años 1754 al 1763 con el mismo estilo barroco que posee el frontón de la iglesia.
En su estrecho interior están las escaleras de 225 escalones que permiten el ascenso hasta la parte más alta del campanario.
La torre esconde unas 49 campanas que forman el carrillón automatizado, el cual cada ciertas horas deleita con sus repliques a las zonas más cercanas a la iglesia.
La Torre de los Clérigos es de los monumentos más visitados, no solo por su gran diseño e historia, sino también por las vistas que el turista puede disfrutar en lo más alto de la misma. Las panorámicas que se obtienen desde este punto son las mejores de Oporto.