Situada en pleno centro de Oporto, la Iglesia do Carmo, aunque no es de las más antiguas, sorprende por su arquitectura y su gran mosaico de azulejos.
La Iglesia do Carmo es una de las iglesias más bonitas e importantes de Oporto. Se encuentra muy cerca de la Torre de los Clérigos y está adosada a la Iglesia de los Carmelitas. Pertenece a la 3ª Orden de Nuestra Señora del Monte Carmelo.
Fue construida entre 1756 y 1762 por el arquitecto José de Figueiredo Seixas.
Al igual que la contigua Iglesia de los Carmelitas, la fachada principal es de granito, pero con una rica y nutrida decoración común del estilo rococó. Está compuesta de dos pisos y un frontón. Flanqueando la entrada nos encontramos con las estatuas de San Elías y San Eliseo. En la parte superior del frontón se alzan majestuosas las figuras de los evangelistas.
La gran fachada lateral de la Iglesia do Carmo está totalmente forrada con un gran mural de azulejos elaborado en 1912, en el que se representa la Imposición del Escapulario en el Monte Carmelo, dibujado en azul y blanco al igual que típicos mosaicos que se pueden ver en muchos otros edificios históricos de Oporto.
El interior de la iglesia no es muy grande, pero expone hermosos retablos dorados de estilo rococó del siglo XVIII, obra de Francisco Pereira Campanha. Merecen una mención especial la bóveda, el dorado y majestuoso altar mayor y las pinturas.